¿Quién te rechazó de esa manera para que dejes de pedir... de buscar aquello que tanto disfrutabas? ¿Quién tuvo el poder de anular ese deseo, esa parte tuya que jamás volviste a mostrar? que escondiste celosamente para que no vuelvan a lastimarte más... ¿Cómo ser nosotros mismos cuando la persona que dice amarnos nos rechaza brutalmente y nos hiere de forma tan cruel?
Después de ese día jamás volví a ser la misma, no tuve la fortaleza de superar ese rechazo y comprender que su reacción fue impulsiva, excesiva y totalmente innecesaria. Sencillamente me cerré a partir de ese momento, pensando quizás que el tiempo ayudaría a curar esa herida que comenzaba a crecer y... jamás cicatrizaría..
Todavía me pregunto si era mi responsabilidad superar ese momento vivido que me había cambiado tanto... Talvez debía haberme enfocado más en mí y en mis deseos, en lo que yo necesitaba vivir y experimentar... Me fui convirtiendo en otra persona y no pude volver atrás... no con él...
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